“J: Bien, Bob, el partido más interesante que se ha disputado hasta ahora ha sido un poco tosco, ¿no te parece?
B: Tampoco pidamos peras al olmo, Jim. O, como mi tío Piernadeacero solía decir, "No pidas a unos khemri que pasen la vejiga de cerdo, ni a unos elfos que se dediquen a pegar a los enanos". Jugaban nurgle contra no muertos: quienes más rápido corren son los espectadores que se olvidaron de taparse la nariz en cuanto el equipo de casa sale al campo.
J: Lo cierto es que, a pesar de que, a la vista de la tabla grabada que resume el partido parece que los no muertos pasaron por encima de los nurgle, la realidad no fue esa.
B: Claro que no, compañero. La verdad es que el fichaje de última hora, Max Spleenripper, fue capaz de mantener a las momias sobre sus vendas y sacar del campo al único gul de los visitantes.
J: Totalmente cierto. Sin embargo, en cuanto se quedó a tiro de una de las momias, el entrenador visitrante no dudó a la hora de utilizar la penetración en sacar del campo a esta terrible molestia. Y, ya en racha, en el siguiente turno hizo lo mismo con otro de los jugadores contrarios, forzando a su equipo a quedarse con 10 para toda la segunda parte.
B: Pero la clave del partido fue que los no muertos fueran capaces, con algo de suerte, de evitar la anotación de los nurgle, porque un equipo de no muertos lo hubiera tenido muy difícil para anotar dos veces en una parte.
J: Un apunte muy acertado, Bob. Y así, sin que ninguno de los dos equipos lograra estar demasiado cerca de anotar ni, por supuesto, conseguirlo, se llegó al principio de la segunda parte. Y en esa los no muertos si controlaron la situación.
B: Correcto. Más allá de las lógicas dudas iniciales debidas al hecho de haber perdido al único jugaodor capaz de esquivar contra un equipo sin ningún tackle, una de los dos caballeros no muertos fue capaz de llevar a cabo el clásico avance lento. Sólo dejó 3 turnos disponibles para que los nurgle intentaran anotar, pero la suerte no estuvo en absoluto de su parte, así que no lo lograron”